¿Tu situación personal ha cambiado y quieres sacar a tu expareja de la hipoteca? Te contamos cómo.
Esta es una pregunta común que surge en la actualidad y es que durante el pasado año 2018 se produjeron más de 100.000 divorcios y separaciones en nuestro país.
Cuando formalizas una hipoteca lo normal es que lo hagas a un plazo medio o largo de al menos 20 años. Es lógico pensar que tus circunstancias personales pueden cambiar y mucho durante toda esta etapa. Por eso tener una hipoteca compartida y querer sacar a tu expareja de la hipoteca es más común de lo que creemos.
¿Qué ocurre en caso de separación o divorcio con la hipoteca?
Lo cierto es que aunque el amor se acabe tu relación con el banco no.
¿Cuáles son entonces las posibilidades?
1- Negociar con el banco la dación en pago.
Esto es negociar con tu banco la entrega de la vivienda a cambio de la cancelación del préstamo hipotecario.
Esta alternativa le hemos visto en medios de comunicación durante los últimos años y es que muchos propietarios preferirían ceder su vivienda a la entidad y olvidarse para siempre de su crédito hipotecario.
Aunque es una opción muy válida, la pelota está en el tejado del banco. Es libre para decidir si la acepta o la rechaza y lo más probable es que opte por la segunda.
Por lo general esta operativa no aporta ningún beneficio para el banco, sobretodo si la hipoteca se estaba pagando mes a mes.
A los bancos le interesa deshacerse de los bienes inmobiliarios de su balance por lo que la dación en pago no es una propuesta atractiva para ellos.
2- Vender la vivienda y saldar la hipoteca
Esta es la opción más lógica. Vender la vivienda, cancelar la hipoteca y repartirse lo que quede en caso de haberlo.
Pero incluso esta opción también presenta dificultades.
¿Están las dos partes de acuerdo en vender la vivienda?
Es probable que una de las partes quiera quedarse en ella.
¿Está el inmueble en una zona de alta demanda?
De no ser así la venta puede eternizarse y tener que seguir pagando la hipoteca a pesar de no vivir en el inmueble.
Esto implicaría seguir ligada a tu expareja más tiempo del que seguramente te gustaría.
Algunos bajan el precio de venta como alternativa desesperada y es probable que así consigan vender el piso, pero también que lo que obtengan no les de para cancelar el saldo vivo de la hipoteca.
3- Una de las partes se queda con la vivienda hipotecada
En este caso es fundamental conocer en qué régimen se ha comprado la casa. Si se ha hecho en condominio, proindiviso o mediante una sociedad de gananciales.
En condominio, la parte de cada uno de los partícipes se encuentra dividida en porcentajes, por lo que a la hora de extinguirse no cabe ninguna duda acerca del reparto.
Si se hace por medio de una sociedad de gananciales, no existen estos porcentajes por lo que su liquidación será más compleja.
Primero habría que liquidar antes notario la sociedad de gananciales adjudicándose la vivienda uno de los miembros. También un juez podría liquidar la sociedad de gananciales.
Importante: Aunque una de las partes se adjudique el 100% de la casa, si no paga, el banco podrá ir contra su expareja, porque puede ocurrir que el banco no acepte quitar a uno de los deudores como titular de la hipoteca, por lo que seguirá siendo deudor.
Lo más recomendable es una vez que se ha liquidado la sociedad de gananciales, cancelar el préstamo hipotecario conjunto. La parte que se queda la vivienda, podrá constituir una nueva hipoteca.
¿Cómo hacerlo?
La mayor parte de entidades bancarias están abiertas a conceder préstamos para pagarle la vivienda a tu ex.
Esto sería una novación del préstamo que tendría que formalizarse ante notario.