Estos son los 5 consejos que debes seguir para sobrevivir a una mudanza y no morir en el intento

Las reformas en el hogar o traslados de una vivienda a otra con su correspondiente mudanza han sido catalogados como la tercera causa de estrés nocivo por profesionales en psicología. Y es que si lo pensamos, tiene su lógica ya que al ser humano por naturaleza le cuestan los cambios. 

Por otra parte cuando nos mudamos, aunque nos llevemos objetos materiales, el momento de empaquetar, vaciar la casa y cerrar la puerta es el principio de un duelo emocional en el que debemos dejar atrás recuerdos, experiencias vividas, personas en el caso de que la mudanza implique traslado a otra ciudad, país, etc. Y esto por lo general nos remueve, emociona y puede generar ansiedad.

En el artículo de hoy queremos ofrecer cinco consejos para salir airosos de una mudanza sin dejarnos la salud en ello.

1- Planifica la mudanza por bloques de tiempos

Una mudanza es un evento importante en nuestra vida a nivel personal por lo que es aconsejable dedicarle el tiempo que se merece para no terminar con nuestro sistema nervioso.

Esto quiere decir que planifiques bien los tiempos en tu mudanza. Una vez que fijes la fecha definitiva en la que el camión vendrá a por tus pertenencias, elabora un plan de actuación y comienza a ponerlo en práctica al menos 8 semanas antes.

Recuerda que el primer paso antes de ponerte a empaquetar cajas es hacer limpieza. Probablemente no quieras o no puedas llevarte todo a tu nuevo hogar por lo que resulta un excelente momento para deshacerte o donar todos aquellos objetos materiales que ya hayan cumplido su objetivo en tu vida.

2- Menos es más

Existe un cierto tipo de personas que se encariñan más con sus objetos materiales y por tanto les cuesta pasarlos a mejor vida. Estamos hablando del mobiliario. Seguramente la nueva casa a la que te mudas no tenga el mismo espacio que la anterior o incluso aunque sea mayor su distribución es diferente. Es posible que ese sofá esquinero de cinco módulos no tenga cabida en tu nuevo hogar.

En el caso de que sí puedas llevártelo, mide bien los espacios de las puertas, pasillos, escaleras y demás accesos para no llevarte sorpresas inesperadas.

3- En equipo todo se hace mejor

Y las mudazas también. Aunque vivas solo es fundamental implicar a amigos o familiares en esta pequeña odisea ya que además de agilizar las tareas será mucho más llevadero y reducirá tus niveles de estrés.

A parte de las personas que de forma voluntaria puedan ayudarte, infórmate acerca de los distintos servicios que ofrecen las empresas de mudanzas. Desde el traslado, hasta el empaque de objetos, limpieza, colocación en el nuevo hogar, etc. En ocasiones delegar puede ser tu mayor victoria.

4- Sé previsor

Antes de instalarte en el nuevo hogar informarte acerca de todas las posibilidades de servicios que ofrece la zona, cobertura de líneas telefónicas, internet, servicios de transporte, zonas de ocio, etc. A veces ocurre que la empresa que te ofrecía un servicio fantástico en tu antiguo hogar no tiene cobertura en el nuevo.

Por otra parte, no te olvides de pintar o realizar cualquier reforma en la nueva vivienda antes de realizar la mudanza. Te ahorrarás, tiempo, incomodidades y esfuerzo.

5- Tómate tu tiempo

Cuando los cambios son a mejor, el periodo de adaptación suele ser más corto, pero aun así todos necesitamos nuestro tiempo y en el caso de que la mudanza sea de una familia con niños todavía más.

Una vez instalado, es importante regalarse el tiempo suficiente para volver a sentirse a gusto, cómodo e identificar la nueva casa con un hogar en el que descansar y desconectar de la jornada.